Málaga no tiene ni Cuaresma, ni formación, ni previas… ¿o sí?

Farol del trono de traslado de Sentencia | Arturo Higueras

Plantados ya en el último domingo de Cuaresma, toca echar una mirada hacia los últimos (casi) cuarenta días y analizar que nos ha dejado la espera del 2023. Si echamos un vistazo a las redes sociales o a los mentideros cofrades, los tópicos sobre la Cuaresma malagueña suelen ser siempre muy similares: «nuestra ciudad -que no es cofrade- no tiene una Cuaresma de verdad», «debemos hacer énfasis en la formación cofrade, no hay nazarenos en Málaga», «la espera se vive con menos intensidad porque no existen casi previas»… Estos mantras, que se repiten año tras año, algunas veces son ciertos y otras tantas no. Al principio de la Cuaresma, en El Itinerario ya abrimos el debate sobre algunos de ellos. Ahora intentemos hacer un análisis objetivo de que nos ha dejado el 2023 en ese aspecto:

La Cuaresma en los templos

La crítica sobre los cultos cuaresmales suele ser una constante a través de los años. No hay vida en los templos, los cultos no están a la altura o son siempre lo mismo. En cuanto a números no hay debate, de las 42 hermandades agrupadas solo DOS no han realizado (ni van a realizar) ningún tipo de culto. Aunque la mayoría se concentran en las primeras semanas, cabe destacar que no hay ni un solo fin de semana sin tres o cuatro de estas celebraciones.

En cantidad no queda nada que reprochar, la inmensa mayoría hacen los deberes. ¿Y en calidad? Lo cierto es que Málaga vive una progresión cualitativa de unos años a esta parte. Sin embargo, sí que da la impresión de haberse estancado tras la pandemia. A la evolución adecuada en la iluminación o las flores, habría que añadir ahora algo más de originalidad en el ejercicio de las telas gigantes detrás de los titulares para taparlo todo. Salvo notables excepciones, la colocación de imágenes en los altares es siempre más que correcta y los atavíos (especialmente los marianos) suelen tener un gran nivel.

Merecen una mención aparte aquellas hermandades que han de sobrevivir a su párroco. Entiéndase la imposición por parte de alguien ajeno a la cofradía de qué flores se pueden poner, cómo se puede vestir a la Virgen y qué horario de iluminación tienen las imágenes. Para ellas la más profunda admiración y respeto. Aún más, cabe destacar la consolidación de grandes grupos de albacería (o grupos jóvenes) en la inmensa mayoría de las corporaciones que acompañan esta evolución cualitativa. Sería bueno que también se les tuviera en cuenta no solo para limpiar plata o montar altares.

En resumen el resultado es sobresaliente en cuanto al número y más que positivo en cuanto a la calidad. Queda trabajo por hacer, pero no se puede decir que no haya vida en los templos en Málaga o que los cultos sean de mala calidad.

¿Falta formación cofrade y nazarena?

¿En Málaga faltan nazarenos? Sí, la respuesta es corta y sencilla. ¿Es esto culpa de que falta formación o de que faltan cofrades? Esto ya es más complejo. Aunque el presidente de la Agrupación afirme que la ciudad goza de 80 mil cofrades, la realidad demográfica de Málaga es bastante más compleja y abierta a un debate más profundo. En cuanto a formación, ensayos, ciclos y mesas redondas es donde vamos a poner el foco.

¿#HayQueSerNazareno? Sí. ¿Invita la ciudad y el Recorrido Oficial a serlo? No. ¿Invitan las hermandades? Por mucho que se mencione la formación nazarena como la panacea de invitar a vestir el hábito al cofrade, esto llega hasta donde llega. Al menos 14 formaciones han realizado reuniones o convivencias con sus nazarenos. Cifra lejana a la totalidad pero digna de mencionar. Otras cuantas acuden a colegios e institutos para crear una base joven. Pero esto no debe convertirse en una cantera de fútbol o en una catequesis constante. Ni al niño hay que repetirle los mismo mantras año tras año ni al adulto forzarle a vestir el hábito. Ha de salir de ellos y la única manera es que ser penitente sea una experiencia profunda y gratificante. En Málaga esto no es así en la inmensa mayoría y mientras eso no cambie podremos mirar el dedo y seguir olvidándonos de la luna.

En cuanto a hombres de trono queda mucha menos duda. A día de hoy son muy pocas las hermandades que no ensayan el andar de sus tronos. Las dos gloriosas excepciones que alardearon de ello durante mucho tiempo, han vivido estos días un «histórico» cambio que el resto llevaban experimentando años. Guste o no, la formación del hombre de trono es importante y en muchos casos se ha visto complementada por mesas redondas o convivencias. Dicha labor, excelente en la mayoría, ha ayudado a que este año el debate sobre llenar los varales no haya hecho correr ríos de tinta.

La respuesta entonces es clara, puede que falte formación para los nazarenos. Se agradecería que más hermandades se sumasen a realizar charlas y, sobre todo, convivencias para crear un grupo. Pero no digamos que no existe y que es por culpa de ello que en Málaga faltan nazarenos.

Las previas y lo que no lo son

Las previas en Málaga no son inexistentes pero son escasas. Suplidas en gran medida por los traslados de la semana de antes, Málaga carece de grandes atractivos previos a la Semana Santa. El público se ha conformado durante mucho tiempo con las mismas imágenes vestidas de manera diferente y acercándose a sus barrios. Pero son más y más los cofrades que anhelan otro espíritu en los dos fines de semana previos. Existen previas, algunas de gran calidad en el Puerto de la Torre, Huelín o Miraflores -mención especial para la Clemencia-. Pero en la mayoría de los casos demasiado alejadas en el tiempo y aún escasas en números.

Tampoco existen en la ciudad Vía Crucis o Rosarios externos suficientes. Cohibidos probablemente por los traslados finales, el cofrade tiene que conformarse con el inicial de la Agrupación y las contadas y remarcables excepciones de Rescate, Nazareno de los Pasos, Yacente de la Paz y la Unidad o Suplicio.

No es cuestión de que se creen hermandades por crearse, no debe ser así. Málaga sustituye sus previas por traslados, probablemente esto siempre sea así. Pero para algunos resulta una pena que eso desplace a otras buenas hermandades no agrupadas a fines de semana demasiado alejados o haga difícil tener más momentos de culto externo de las agrupadas durante la Cuaresma.

El debe: Conciertos, Carteles y Exposiciones

El nivel de las formaciones musicales en Málaga sigue creciendo y con él las ganas del público cofrade de acudir a escucharlas. Hay que mencionar que cada vez más hermandades apuestan por invitarlas como colofón a sus cultos dando más variedad y atractivo a los mismos. Pero los conciertos independientes se cuentan casi con los dedos de una mano. Falta aquí el apoyo de las instituciones (también eclesiásticas) en ofrecer oportunidades y espacios suficientes para el disfrute de algo tan valioso como es la música.

En cuanto a carteles probablemente esté todo dicho y escrito. No opina aquí un experto en arte tampoco. Pero a ojos de un cofrade más, llama ponderosamente la atención que haya artistas que realicen tres, cuatro o cinco carteles por año. No se duda de su calidad, pero ¿necesita la ciudad cinco imágenes diferentes anunciadas en el mismo estilo? Quizás se necesita una revaluación de para qué se hace un cartel e igual así el mundo cofrade caiga en la realidad de que no hace falta uno cada año.

Aparte quedan las exposiciones, obras o actos culturales cofrades. Quien escribe es solo consciente de dos: una de Fernando Prini y otra escueta celebrada en El Corte Inglés. Alguna conferencia de La Saeta o de alguna efeméride, poco más. Nada por parte del Ayuntamiento o la Diputación. Ni una iniciativa a ver los estrenos, a revisionar en el cine algunas de las películas existentes o recoger en una sala enseres dignos de observar.

Conclusión: Avanza Notablemente

En resumen, la Cuaresma de Málaga recibe muchas veces una dura crítica injustificada. Sigue habiendo muchos campos de mejora, pero el trabajo de hermandades, bandas y cofrades se hace notar de manera notable. Hay suficientes cultos con una buena calidad, aunque debemos seguir perfeccionando algunos detalles. Tenemos formación suficiente para nazarenos y hombres de tronos y tampoco deberíamos con ello como si fuera la solución definitiva. Hay pocas previas, pero mientras Málaga quiera seguirá sin haberlas porque nuestras previas son los traslados. Y sí, faltan conciertos y exposiciones y sobran carteles.

Tenemos Cuaresma y hemos de cuidarla, trabajar en mejorarla y no perdernos a veces en debates algo estériles que el tiempo acabará por quitarnos la razón. Ahora solo queda prepararse para el impacto, el próximo domingo será Domingo de Ramos.