El alcalde vuelve a solicitar que se quiten las terrazas en Semana Santa

Un año más el Ayuntamiento ha pedido a la hostelería en el Bando de la Semana Santa la colaboración para retirar las terrazas al paso de las procesiones. Esta recomendación, que se realiza todos los años, cobra este 2023 especial importancia ante lo acontecido durante la Cuaresma con el aforamiento de calle Fajardo o el comunicado de la Agrupación cargando contra hostelería y autoridades por la falta de respeto ante los cortejos.
En su décimo apartado, se indica con claridad «la retirada de las terrazas con la antelación suficiente al paso de los desfiles procesionales, debiendo retirarse o plegarse los toldos y sombrillas«. Asimismo, se habla de que igualmente «los separadores de la ocupación, deben retirarse obligatoriamente (…) las toldetas laterales, cuya instalación está prohibida, maceteros, elementos decorativos de cualquier naturaleza, pizarras de menú o similares y expositores, al igual que cualquier mueble auxiliar, situados en las terrazas que estén afectadas por los recorridos procesionales». Queda claro.
Se hace especial hincapié en el famoso Plan de Emergencia para Semana Santa 2023 realizado por el Ayuntamiento y el informe de la Policía Local para que se cumpla «estrictamente con las reducciones y eliminaciones de terrazas y toldos que sean decretadas por el Área de Comercio, Vía Pública y Fomento de la Actividad Empresarial«. En definitiva, se pide retirar cualquier elemento que entorpezca el paso de las cofradías.
Como viene siendo habitual también -y apenas se cumple en la ciudad-, el Bando recomienda a comerciantes y hosteleros que «apaguen sus luminosos« al paso de las procesiones. A duras penas se consigue con Servitas, improbablemente se cumplirá para el resto de corporaciones.
El pasado fin de semana ya se vivieran situaciones de cierta tensión con las terrazas y aforamientos: hubo problemas con las mesas de calle San Agustín al paso del traslado de Estudiantes, una gran terraza provocó aforamiento parcial del Pasillo de Santo Domingo cuando pasaba la Sagrada Cena o el Domingo de Pasión donde tuvo lugar un aforamiento relativo -de nuevo- de San Agustín sin la petición de la cofradía afectada, Pollinica.