Pablo Silva: «Las modas han hecho mucho daño al patrimonio cofrade»

Pablo Silva portando a María Stma. del Amparo | Pablo Silva

El pasado fin de semana, María Stma. del Amparo regresó al culto tras ser sometida a un proceso de restauración llevado a cabo por Antonio Bernal. La obra -que saliera de las manos de Castillo Ariza en 1947- retorna así tras tres meses a su capilla de San Agustín. Como en todo proceso artístico, hay tantas opiniones como cofrades han apreciado la restaurada imagen. Hemos tenido la oportunidad esta semana de hablar sobre ello con Pablo Silva, vocal de la Junta de Gobierno de Pollinica e historiador del arte.

«La última restauración de la Virgen del Amparo fue ya hace 33 años por Dubé de Luque, que le imprimió la fisonomía que ha llegado hasta nuestros días. Ya en esa intervención hubo un problema con la cuenca de los ojos que era más grande que los propios ojos en sí. Él rellena ese hueco con arcilla, que con el tiempo sufre y se agrieta. Ese era uno de los principales motivos para acometer la restauración»

¿Cómo ha sido el proceso de restauración y cómo valoráis el resultado?

«A parte de los ojos, la policromía necesitaba un arreglo al estar afectada por el paso de los años y, en especial, por la humedad de San Agustín. Contamos con la colaboración de Juan Antonio Sánchez López, catedrático de historia del arte de la UMA, que elaboró un informe en el que detalla la situación de la imagen y qué ha de hacerse. La pátina de la policromía se ha basado en lo que dejó Dubé de Luque. También se le ha arreglado el cuello, recuperando la actitud contemplativa con el que se diseñó en origen en oposición al diseño anatomizado de la intervención de 1987, más propio de una dolorosa. Por último, se le ha colocado un nuevo juego de pestañas.»

¿Se habla en ese informe de la restauración de Dubé de Luque?

«En el informe, Sánchez López explica que la Virgen del Amparo tiene dos autores. La obra de Castillo Ariza no es la que llega hasta nuestros días, sino que Dubé de Luque la personaliza con el hoyuelo, la inclinación o el cuello en 1987. En ese informe se afirma que habría que intentar rescatar la obra de Dubé de Luque y eso es lo que hemos intentado. El resultado de la restauración ha sido realmente satisfactorio.»

«Durante años se cometieron auténticas atrocidades al encargar restauraciones a imagineros. Menos mal que el Obispado es quién estudia y aprueba los procesos hoy en día. También hay hermandades que dejan a sus imágenes en el taller y no se preocupan hasta el último día que van a recogerlas.»

Como historiador del arte, ¿qué opinión te merece la moda que tuvo la ciudad encargando restauraciones a artistas como Duarte o Dubé de Luque?

«Depende del caso. Las restauraciones las tienen que llevar a cabo restauradores, no imagineros. En el último caso de Consolación y Lágrimas, Naranjo encuentra una policromía muy anterior a la que dejó Álvarez Duarte y es la que recuperó. En el caso del Amparo es diferente, Dubé de Luque la dejó completamente en madera por lo que no teníamos nada que recuperar anterior a eso y el cuello se recuperó siguiendo imágenes del pasado. Él dotó a la imagen de más gracia. Sin embargo, hay obras de arte que se destruyeron como Consolación y Lágrimas, la Virgen de las Angustias o el Gran Poder.»

En esas intervenciones, ¿crees que pesó más lo que buscaban las cofradías?

«Por supuesto, las modas siempre han hecho mucho daño. El principal ejemplo lo tenemos en las manos, las Dolorosas malagueñas tenían las manos entrelazadas. Es con la moda sevillana con la que se acaba con eso. Afortunadamente, las cofradías ahora buscan recuperar la personalidad de Málaga que se había perdido.» 

María Stma. del Amparo tras la restauración | Alejandro Valle (Cofradía Pollinica)

Tras la restauración de la Virgen, ¿qué proyectos baraja Pollinica de cara al futuro?

«Tenemos en mente la corona del Amparo que es diseño de Pablo Cortés del Pueblo pero nuestra prioridad es terminar el trono del Señor. Tras haber culminado todo el proceso de dorado, solo queda la imaginería: las cuatro esquinas, los reyes de Israel y los profetas y unos angelitos en el frontal y en la trasera. Es posible que en el futuro pongamos las miras en el trono de la Virgen»

¿Qué plan tiene Pollinica para la Cuaresma y para la Semana Santa?

«Se expondrá el trono del Señor con todo el dorado en la Casa Hermandad durante la última semana de marzo. Además, tenemos que entregar todas las palmas que los devotos nos han solicitado en la campaña «Engalana tu balcón». El Domingo de Ramos se realizará un montaje extraordinario para nuestros Sagrados Titulares en San Agustín, donde deben estar.»

¿No se ha planteado la Cofradía exponerlos en los tronos?

«No, porque nuestra Casa Hermandad es muy estrecha y veíamos muy complicado crear un circuito de entrada y salida que garantizase las normas de estos días. San Agustín es el mejor sitio para quedarnos.»

Como estudioso del arte, ¿qué opinión te merece la cantidad de carteles que se publican durante Cuaresma?

«Deberíamos abogar por una formación artística, el cofrade tiende a no salir del contexto neobarroco. Si tu le encargas un cartel a Patxi Velasco como ha hecho Gitanos, la gente debe saber el estilo que se está solicitando. Deberíamos abandonar las polémicas de las supuestas faltas de respeto. Lo que hay es falta de formación artística en muchos cofrades. Ya pasó también con el cartel de la Semana Santa de 2019 de José Antonio Jiménez, que fue un pedazo de obra. Se pintó a la Virgen de los Dolores pasando por el Perchel como está a día de hoy. Hay que abrir las miras también al arte contemporáneo.»

¿Crees que en los últimos años se está apostando más por la cantidad que por la calidad en el aspecto del patrimonio?

«Totalmente. Pienso que hay que ser paciente y buscar lo mejor. Hay que tener un patrimonio que merezca la pena, que genere admiración. A mi me fascino el proyecto del trono del Cristo de la Redención, fue en 2006 cuando se firmó la ejecución y no salió a la calle hasta el año 2013. El resultado es una maravilla que todo el mundo busca. Las cofradías deben valorar bien las opciones que tienen y estudiarlas a fondo.»

Ntro. Padre Jesús en su Entrada a Jerusalén en la Semana Santa del 2019 | Arturo Higueras

Recordando la Semana Santa de 2019 y las polémicas que se suscitaron en torno a que Pollinica fuera la primera, ¿qué opinión tienes?

«Fue un año especial, en un Cabildo fueron los hermanos quienes apostaron por que se defendiera el hecho de ser los primeros en contra del acuerdo alcanzado por la anterior Junta. Hay que recordar que, en el pasado, Pollinica tuvo que desagruparse para hacer que la Agrupación cambiase de opinión y le dejara salir por la mañana del Domingo de Ramos. Aquello hizo posible que la ciudad ganase la mañana con Lágrimas y Favores y llegar a donde estamos hoy. Como los horarios ya estaban firmados en 2019, no tuvimos otra opción que adaptarnos. Entre bajar por Madre de Dios y Alcazabilla o Carretería y Nueva, elegimos la segunda. Pero fue una circunstancia especial.»

Llegaron muy pocos hebreos y niños hasta el final, ¿hay solución a ese problema?

«De los llamados «carguitos», los más chicos, llegaron 4 y también pocos hebreos. Para 2020 ya se había suprimido la vuelta de Félix Sáenz y entrábamos directamente por Especería. El retraso en el encierro sí que es inevitable con el nuevo Recorrido Oficial. Por un lado, la sensación del nuevo RO es de laberinto. Por el otro, era necesaria la incorporación de la Catedral al Recorrido. Estaría bien además que las cofradías que pasan por la Plaza del Obispo lo hicieran de una manera especial»

Con esas nuevas circunstancias, ¿qué lleva a Pollinica a no entrar en la Catedral?

«Cuando se planteó el nuevo trono del Señor, se acordó que debía de tener las mismas medidas que el trono del Amparo, por lo que ambos debería poder entrar por tamaño. Sería cuestión de plantearlo en Cabildo y, personalmente, a mi me encantaría.»

«El próximo año se celebra el 75 Aniversario de María Stma. del Amparo. No sabemos que podremos hacer debido a la situación que vivimos. Pero si se pudiese, realizaríamos una procesión extraordinaria»

La semana pasada Pablo Krauel soñaba con que Pollinica saliera de la Catedral en 2022, ¿qué le gustaría ver a Pablo Silva?

«De Pablo a Pablo secundo totalmente la idea, no lo he pensado pero sería genial. Yo también sueño con una calle Parras llena de gente y de palmas. Echo mucho de menos los preparativos, los repartos a los niños con nuevas ilusiones. A mí este año la ilusión no me la quita nadie, el año pasado fue muy duro y este año podré estar en San Agustín con mis Titulares y con mis hermanos»

De todo el mundo cofrade, ¿qué proyecto te gustaría que se llevase a cabo en la ciudad?

«Mirando a mi hermandad. Me gustaría la Virgen del Amparo con centro en mano, como antaño, en un trono de madera dorada y con un manto color crema bordado en telas de colores. También me gustaría que las manos de las Vírgenes que en su día se abrieron se volvieron a cerrar. Por último, un reclamo por las túnicas bordadas en los Cristos y el grupo escultórico del Cristo de la Humillación.»

María Stma. del Amparo | Archivo de la Cofradía de Pollinica

¿Cómo vas a afrontar la Semana Santa de 2021?

«El Domingo de Ramos en San Agustín con mi cofradía. Será una Semana Santa al revés, normalmente son las imágenes las que salen al encuentro de los fieles. Esta vez es el pueblo quien debe ir en busca de las imágenes. Por supuesto que será triste, pero hay que mirar el lado positivo de que podremos estar con ellos»

¿Qué deseas o qué cambiarías para esa próxima Semana Santa en 2022?

«Mi deseo es que no llueva para empezar, que ninguna cofradía se quede encerrada. Echo de menos hasta los fallos así que quiero los vivas, los aplausos, el que silva las marchas mientras suenan. Todo pero en la calle.»