Trendsetters

Permítanme el anglicismo. Hasta la semana pasada, celebrar un acontecimiento en la Málaga cofrade conllevaba, casi siempre, montar una extraordinaria con su procesión de ida y de vuelta correspondiente. El Sepulcro, en su 125 aniversario, ha decidido romper con este esquema peligrosamente establecido por hermandades que han priorizado, en ocasiones, dar una imagen falseada de sí mismas en la calle –adulterada de la que realmente proyectan en Semana Santa- a celebrar desde la sencillez sus efemérides.
No critico que se hagan salidas extraordinarias cuando las circunstancias lo requieran, pero sí que se hagan en exceso. Ya saben. Siempre prima la calidad a la cantidad. Tanto la anterior Junta de Gobierno en la preparación como la actual en la ejecución pensaron, acertadamente, que celebrar una extraordinaria con Cristo en el Sepulcro de protagonista carecía de significado. Se procesionan algo más que imágenes. Estas decisiones se echan a veces en falta en el panorama cofrade. Cuestión de sentido común.
Importante ha sido en este proceso el equipo de Albacería de la hermandad. Sin pretender arrebatarles un ápice del mérito, el espacio reducido del Císter facilita la tarea antes que cualquier capilla de una gran iglesia. El recogimiento de Santa Ana es un componente con el que juegan muy bien desde la hermandad para montar sus cultos. El túmulo funerario, el Triduo o el Besamanos y Besapiés son un ejemplo de ello.
Al fin y al cabo, el Sepulcro puede haber iniciado una moda. De las buenas y de las que esperamos no sean pasajeras. Salvo excepciones, Málaga tiene cada vez más y mejores equipos de Albacería. Todo pasa por asumir que el cambio es posible. Simplemente pasar de una moda por otra. Sustituir las extraordinarias, frecuentes e innecesarias, por cultos internos cargados de contenido y que plasmen el buen hacer de nuestra Semana Mayor. Cultos con finura. Cultos para acercar las imágenes a los fieles. Cultos como los del Sepulcro por su 125 aniversario. Cultos “trendsetters”. ¡Qué se pongan de moda!