La imagen del Lunes Santo 2019: la mirada del Cautivo

Nuestra Padre Jesús Cautivo y un letrero del parking de c/Mármoles / Arturo Higueras

19:00. Todas las miradas se dirigen a él. El Señor de la túnica blanca se adentra entre una marea de gente que desde hace horas lo espera. Un instante en el que Málaga se convierte en el pueblo que fue hace ya demasiado tiempo. Los vecinos de la Trinidad se entremezclan entre los devotos que, desde todos los puntos del mapa, acuden a su llamada.

Las luces del un sol radiante rebotan contra las blancas paredes de los edificios que rodean el Puente de la Aurora y acaban reflejándose sobre la vertical imagen de un Dios andaluz. Ante un gentío incontable, el trono de plata y caoba avanza a pasito corto con calma marinera, quizás sea de los pocos que aún lo hacen así. Cuando las cabezas de varales se adentran en el puente rompe la palillería de las Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Cautivo y la multitud calla consciente de que Dios mismo anda entre ellos.

Tras Él, su Madre. Bajo un palio preciosamente bordado y con la nueva disposición del trono, María Stma. de la Trinidad despertaba en sus hijos los más profundos pensamientos y las más hondas reflexiones. Sonaba «Virgen del Rosario Coronada» y los ojos de sus devotos se clavaban en su eterna mirada de perdón. Su paso no dejaba indiferente a nadie y el sentir era compartido: «Este año va más guapa que nunca».

Y así, entre el clamor de su gente, de una Málaga llena de almas batientes se despedía la Señora a los sones de «Virgen del Mayor Dolor», interpretada por la Banda Sinfónica de la Virgen de la Trinidad en un binomio que cada año parece más refinado y más cuidado.