La estación de penitencia en la Catedral: de la apertura de la segunda puerta a ser una calle más del recorrido

Jesús de la Pasión sube la rampa de Postigo de los Abades / Miguel Orellana Jiménez

Superada con nota la instalación de la rampa, una nueva preocupación surge entorno a la Catedral. Solo 3 de los 17 cortejos que han realizado su estación de penitencia han entrado al completo en el templo: Pasión, Santa Cruz y Viñeros. El resto se ha limitado a desfilar por el crucero. De una puerta a otra. La secuencia se repetía en televisión. Mientras el trono de la Virgen ejecutaba la complicada curva de acceso a la Puerta del Sol, la cruz guía se perdía por calle San Agustín y el trono del Señor abandonaba el Patio de los Naranjos. En definitiva, se ha convertido en una calle más del recorrido.

Incorporar una nueva vía de acceso multiplica las posibilidades. Sin duda alguna. Ahora bien, el paso por la Catedral no debe limitarse a un espacio de entrada y salida de hermandades. Se deben evaluar con calma todos los factores que rodean a la estación de penitencia para dotarla del sentido que merece. Especialmente para cuidar las vivencias del nazareno, que se han visto profundamente devaluadas. ¿Por qué se ha limitado a un mero cruce de caminos la estación de penitencia? 

El Domingo de Ramos decidió limitar desde primera hora su paso por la Catedral a atravesar la nave central. No cabe alternativa. Entrando una tras otra, todas deben emplear el mismo recorrido para no generar parones.

Pasión utilizó el trascoro para que todo su cortejo entrara al completo el Lunes Santo. En cambio, Crucifixión y Dolores del Puente se limitaron a pasar por el crucero. La primera así lo quiso, la segunda obligada por las circunstancias. La cruz guía de Cautivo esperaba en Santa María.

El Martes Santo para las Penas, sin la girola disponible, nada aportaba el trascoro si la razón de su estación es postrarse ante el Sagrario. El Miércoles Santo la idea era atravesar el crucero. Así lo entienden las cofradías implicadas y así lo hicieron. 

El trascoro si se utilizó el Jueves Santo. De esta manera lo acordaron Santa Cruz y Viñeros para pasar ante el Monumento, ubicado en la capilla del Sagrado Corazón. El Viernes Santo no hubo acuerdo. Pese al profundo descontento de Dolores de San Juan, los cortejos que accedieron a la Catedral tuvieron que atravesar el crucero. Los problemas de horarios de la jornada -que continúan sin resolverse con el nuevo recorrido oficial- no dejaron alternativa. 

La Puerta del Sol

Un histórico anhelo del mundo cofrade hecho realidad. Aunque en los días previos generó algunas dudas, la rampa del Postigo de los Abades cumplió con creces su cometido.

Sin la girola disponible

Cabildo Catedral solo dio dos opciones: atravesar el crucero o dar la vuelta al trascoro. Pese a que alguna hermandad lo solicitó, su propuesta fue rechazada. Se desconoce el motivo.

Un punto más del recorrido

El paso por la Catedral pierde gran parte de su razón de ser si las hermandades se limitan a cruzar de una puerta a otra. Así fue en el caso de 14 de las 17 que entraron al templo esta Semana Santa.

El acceso del público y las bandas de música

Otro de los debes que deja la nueva disposición de la Catedral es el de la organización en el interior del templo. La única puerta abierta para el libre acceso del público fue la del Sagrario. El ala este queda, por tanto, inhabilitada cuando la primera cruz guía se abre paso por el crucero. No se puede cruzar de un lado al otro. Ni tan siquiera los integrantes de los coros que participan en los actos de algunas hermandades. Los acomodadores tuvieron que improvisar durante la semana espacios para que pudieran alcanzar a tiempo el altar mayor. Además, el aforo se ha visto sensiblemente reducido. 

A estudio también el ir y venir de las bandas que acompañan a los tronos. Aunque se habilita un pasillo para que puedan salir con la mayor premura posible, el tiempo del que disponen los músicos para llegar al Patio de los Naranjos es muy reducido. Apenas 8/10 minutos. Contando además con los tapones que se generan en la puerta por la gran afluencia de público. Bien merece una revisión y ajuste la estación de penitencia en la Catedral por parte de la Agrupación de Cofradías, el Cabildo Catedral y las propias hermandades para que la agradable noticia de la apertura de la segunda puerta no quede en entredicho.