Actualidad
Balance Viernes Santo 2022
- Por Arturo Higueras Mañas, Hugo Gallagher Cobos y Pablo Merino Ruiz
- 23 abril, 2022

Virgen de la Piedad en Carretería | Miguel O. Jiménez
Monte Calvario
- Pese a no ser novedad, siempre es motivo de alabanza la puesta en escena de la Hermandad tanto en la bajada como la subida desde el barrio de la Victoria. El buen ritmo del cortejo -sin la necesidad de correr para avanzar a buen paso- acompañado de la acertada cruceta musical que acostumbra.
- La corporación -en su cuenta oficial- publicó el Sábado Santo el número de participantes del cortejo en su estación de penitencia. 644 participantes en total: 286 nazarenos, 40 acólitos/monaguillos y 318 portadores de trono.
- La Hermandad no se merece un paso tan ruidoso a su vuelta por el entorno de la doble curva y Santa Lucía. Los gritos de la fiesta en Plaza Mitjana y el exceso de luz de la zona rompen con lo vivido minutos antes en la Catedral.
Descendimiento
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La impronta del cortejo sigue dando pasos adelante. Cada año se cuida más la estética en los dos tronos y se nota en la calle. Este año, estreno del techo de palio. También el cortejo fue más compacto de lo que acostumbra fruto del buen caminar de los tronos la mayor parte del recorrido.
- Los tronos se llenaron de portadores como pocas veces, apenas se vislumbraba un hueco en sus filas. Ahora queda dar un paso más en cuanto a ellos concierne: la ejemplaridad en su comportamiento. La juventud no está reñida con una adecuada compostura.
- Marchas como 'Macarena' de Paco Lola o 'Callejuela de la O' se sucedieron en calle Císter detrás de la Virgen de las Angustias en su regreso a la Malagueta; fuera de lugar para una dolorosa que acompaña al Sagrado Descendimiento un Viernes Santo.
Dolores de San Juan
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Resulta difícil no contagiarse de la sobriedad de este cortejo -por ejemplo- a su paso por el Patio de los Naranjos. La compostura del cortejo, pese a las dificultades que sufre por el comportamiento de la ciudad durante el recorrido, es admirable.
- El silencio es esencial para este cortejo que cada año demuestra que el recogimiento es esencial para acercarse al Señor y a María. Ahora bien, la formidable estampa que ofreció la Virgen de los Dolores en la Magna del Centenario con BM Liceo de Moguer todavía está en el recuerdo -y el anhelo- de los cofrades.
- Un año más el cortejo se ve encerrado cuando cae la noche del Viernes Santo. Tras salir de la Catedral tienen que esperar tanto al Amor (vuelta a Victoria) como al Sepulcro (entrada Recorrido Oficial) para volver a San Juan entre el ruido y la fiesta del centro.

Amor
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Junto con el Calvario, el Amor ha encontrado en su vuelta a la Victoria por Cruz Verde el entorno que necesitaba. De lo más atractivo para el cofrade de a píe en la jornada del Viernes Santo. Nutrido grupo de nazarenos un año más.
- El conjunto de la Virgen de la Caridad está ya más que consolidado, tanto en lo estético como en lo musical. Ambos tronos son igualmente ejemplo de buen hacer.
- Se espera con ilusión un cambio en el trono del crucificado del Amor aprobado hace ya un par de años. El diseño de Fernando Prini sustituirá un conjunto algo absoleto y muy gastado por el paso del tiempo, además de dotar de más presencia a las imágenes en la calle.
Traslado
- A destacar la nueva disposición del grupo escultórico del Traslado que favorece indudablemente la composición de lugar de la escena. Se consolida igualmente la acertada apuesta estética de la Virgen de la Soledad.
- La mejora de la Sinfónica de la Trinidad, como pasara con el Descendimiento, aporta su granito de arena para que la Trinidad enmudezca a su paso y el cortejo vaya en una línea más acorde con la jornada. Aún así, la cornetas del Cautivo despliegan -a la vuelta de la corporación- un repertorio demasiado alejado de lo que la escena demanda.
- El excesivo hueco que se genero en el recorrido oficial entre la cruz guía y la Virgen de la Caridad deslució el paso de la cofradía. Perjudicada una vez más por una jornada que, en cuanto a horarios e itinerarios se refiere, sigue lejos de resolverse.

Piedad
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Sustancial mejora tanto de la cruceta musical como de la interpretación de BM Zamarrilla. Se pudieron escuchar piezas como 'Plegaria al Cristo del Perdón' en lugares tan característicos para la corporación como Carretería. También a destacar el paso del trono, una delicia durante todo el recorrido.
- Mucha más gente de lo habitual acompañó a la imagen por Ollerías en su bajada al casco histórico de la ciudad. Este enclave se presenta como imprescindible ya de la jornada, al igual que Carretería sin el paso ya del Amor o el Sepulcro por esta icónica calle cofrade.
- La imagen de Palma Burgos espera, como el Cristo del Amor, un conjunto a su altura. Una reducción o redimensionamiento jugarían a favor de poder sentir a la Virgen de la Piedad más cerca. La fuerza expresiva y devocional de la talla lo requiere.
Sepulcro
- La Virgen de la Soledad se convierte, poco a poco, en la imagen con la que muchos despiden su Semana Santa a la espera del Domingo de Resurrección. Acertado exorno floral, acertadísima cruceta musical y elegante paso del trono de principio a fin.
- Si el rodeo por Duque de la Victoria se 'disculpaba' por lo icónico del paso de ambos tronos por las dos curvas, este año no tiene un pase tras el aforamiento absurdo del enclave por la policía. Por otro lado, curiosa la estampa de la saeta a guitarra que le cantaron al Sepulcro en Císter y la petalada a la Virgen con 'La Madrugá'.
- Se repite por segundo año el mismo reclamo: la vuelta del Santo Sepulcro a Carretería. El tramo de Casapalma y Calderería es demasiado inhóspito para el cortejo. A esto se le suma otras circunstancias como el choque constante del trono de la Virgen con los árboles de una calle que sigue sin calar en la Hermandad.

Servitas
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Más luz natural y menos focos para la Virgen de los Dolores. Una decisión tan esperada como acertada para que se puede apreciar la imagen en todo su esplendor en la noche del Viernes Santo.
- La Orden recuperaba los ciriales para su cortejo procesional y que anunciaban la llegada de la Virgen. Decisión que, para algunos, rescata estampas de antaño; para otros, altera la idiosincrasia ya adquirida.
- Quejas de los abonados del recorrido oficial por lo que se tardó en apagar los focos al paso de la Virgen por el entorno. También se dejó menos espacio del que se acostumbra y se escuchaba demasiado la banda de la Soledad del Sepulcro.